Tiene 25 años, creció en un paraje rural de Catamarca y superó múltiples desafíos para cumplir su sueño de convertirse en abogado. Hoy, su historia inspira a jóvenes de toda la provincia.
Juan Cruz Bulacios Gandini tiene 25 años y recientemente se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Catamarca. Nacido y criado en Puerta de Allegas, tuvo que emigrar de su terruño, instalarse en el Valle Central para poder darle forma a su sueño.
“Un paraje que rara vez se pueda encontrar en un mapa” contó Juan Cruz a Revista Express. Al momento de la entrevista Bulacios Gandini se encontraba en Alemania, en donde fue a visitar a su pareja.
Puerta de Allegas está conformado por un grupo de familias. La localidad más cercana es La Majada que está a 9 kilómetros. En plena naturaleza con sus padres y su hermano Joaquín pasó su infancia entre el trabajo en el campo con las ovejas, vacas y otros animales, y el tiempo para la recreación. Su papá es chofer de ambulancia, su madre, ama de casa.
“Fue una infancia muy libre, con mucho espacio. Estábamos en medio del campo así que teníamos todo”, contó. Debido a que no había un jardín de infantes en las localidades cercanas se “salteó” ese paso y comenzó directamente en la escuela de La Majada. “Era en la nueva escuela y tenía una sola aula para diez chicos que éramos de diferentes grados”. Diariamente recorría 9 kilómetros para ir a clases. Así fue también durante la etapa en la escuela secundaria rural N° 4 de La Majada en donde tuvo como compañeros a chicos de otros parajes como Yerba Buena, Cañada Larga, Las Juntas. “Éramos diez pero al final terminamos siete. Había chicos que desertaban”, relató.
“Para mí la escuela era un descanso. Siempre estábamos trabajando en la casa y teníamos nuestro momento de dispersión, pero me gustaba ir a la escuela, ver a mis amigos. En casa era ayudar a trabajar o estudiar y es algo que valoro mucho, el hecho de que nos hayan inculcado siempre los valores del hábito del trabajo, sacrificarse para conseguir las cosas” reflexionó.
Fue en el 2016 en la Villa de Ancasti que tuvo su primer contacto con la UNCa. Fue en el último año de secundaria que accedió al programa “La UNCa más cerca”.
“Mis padres siempre nos dijeron “estudien”, hagan lo que quieran pero estudien” y eso fue clave. Durante la secundaria tuve Filosofía y Derecho y siempre me interesó.
Dejó Puerta de Allegas y se mudó a San Isidro, en el departamento Valle Viejo, en donde era la casa de su abuela. En los primeros tiempos en la Facultad de Derecho hizo comunidad con otros chicos del interior, con realidades similares a las suyas y una vez pasado ese “filtro” de los primeros meses de cursado, consiguió hacer su grupo estable de estudio.
Pese a que el comienzo fue difícil la adaptación logró tomar las riendas del estudio y fue avanzando. Las buenas notas en los exámenes le abrieron la posibilidad de hacer intercambios. El primero de ellos en Colombia en donde conoció a su actual pareja, una joven geógrafa alemana. El segundo fue virtual y fue en la Universidad de Morelos.
Juan Cruz se egresó en el 2024 y su historia se conoció luego de que realizara una publicación en las redes sociales. Bajo el título “Ya está… no fue fácil, pero ya está”, su texto se viralizó.
En la parte final de la entrevista con Revista Express le pedimos que deje un mensaje para todos aquellos chicos que abandonan su terruño y buscan cumplir su sueño en la universidad. “Todo depende de las circunstancias y todo depende de cómo uno se encuentre. Yo salí de un paraje acostumbrado a estar con mi familia y durante el cursado me pasaron muchísimas cosas, cuestiones económicas, psicológicas, emocionales. Lo más importante, además de la perseverancia, es tener una base, alguien en quien apoyarse porque muchos dicen que sí, que si se quiere se puede, pero no sé, no funciona como ley universal. Yo agradezco a mis padres que siempre estuvieron presentes y también agradezco a los maestros que tuve en la primaria y en la secundaria. Ya en la etapa universitaria tuve ayuda de las agrupaciones de estudiantes, y de los profes Gonzalo Salerno y Gina Bertolone”, concluyó.
Juan Cruz es el ejemplo vivo de que los sueños pueden florecer incluso en los lugares más recónditos. Ese sueño que comenzó a construir -inconscientemente- mientras trabajaba con sus padres en el lejano Puerta de Allegas.
Texto: Pablo Vera
