A seis días del temporal que devastó la ciudad, los afectados expresaron su enojo con el presidente y su gabinete, exigiendo acciones concretas.
El presidente Javier Milei llegó a Bahía Blanca el miércoles, seis días después del devastador temporal que arrasó con casas y dejó al menos 16 víctimas fatales. Sin embargo, su llegada estuvo marcada por el rechazo de los vecinos, quienes lo recibieron con gritos de repudio y un fuerte reclamo: “¡Vengan a escucharnos, no a sacarse la fotito!”.
Acompañado por una comitiva reducida, que incluyó a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el presidente recorrió varios puntos de la ciudad, como el Centro de Monitoreo, la Planta Potabilizadora de ABSA, y el hospital de campaña instalado en el Bahía Blanca Plaza Shopping. Sin embargo, durante su recorrido no hubo contacto con los vecinos ni con la prensa.
El hermetismo que rodeó la visita se vio contrastado por las quejas de los vecinos, quienes se acercaron al cordón de seguridad para expresar su descontento. “¡Manga de caretas! ¡Traé los colchones, vení a escuchar a los vecinos que están ahí!”, fueron algunas de las consignas que se escucharon entre los afectados. El enojo de la comunidad se centró en la falta de respuestas efectivas ante la tragedia y en la sensación de que la visita se redujo a una foto política, sin tomar en cuenta las reales necesidades de los damnificados.
