Esta semana fue intensa en la interna libertaria, especialmente por las críticas que el presidente Javier Milei hizo sobre su vice, Victoria Villarruel, a quien tildó de ser parte de la «casta» y aseguró que no tiene injerencia en el Gobierno. La tensión venía en aumento y la encargada de criticar era la diputada Lila Lemoine. Tras estos embates, Karina estuvo en Córdoba y alentó la fórmula Milei-Milei.
«Las promesas de los hermanos Milei se cumplen, y así seguirá siendo» expresó en el bastión libertario, aludiendo a la reelección del Presidente y la posible fórmula familiar. «Javier está cumpliendo todo lo que prometió, a pesar de las presiones de la casta política. El camino no es fácil, pero los resultados ya se ven. No le podemos fallar a él, porque está dejando su vida para que todo salga bien. Las promesas de los hermanos Milei se cumplen, y así seguirá siendo», fue el textual que el equipo de la Secretaria General de la Presidencia difundió.
El operativo para instalar la idea que gobiernan «los hermanos» Milei y borrar de la escena a Villarruel, llegó al punto que en el festejo del primer año del triunfo electoral de La Libertad Avanza, Karina posteó una foto de ella abrazada a su hermano, como si ella hubiera sido la candidata a vice. Hasta ahora esta movida no cayó nada bien entre la base libertaria, como quedó en evidencia en las redes.
Karina llegó a la provincia mediterránea acompañada de Martín Menem. El viaje sirvió para dejar en claro que el jefe de los libertarios en Córdoba es Gabriel Bornoroni, el jefe del bloque en Diputados; una bomba en la interna local.
«La Jefa», como le dice el Presidente, juega fuerte y quiere tener candidatos propios, más allá del PRO. Y avanza en dos distritos fundamentales para el macrismo: Córdoba y la ciudad de Buenos Aires.
