Quiénes son los brutales represores que visitaron los diputados libertarios
Alfredo Astiz
Alfredo Astiz, Carlos Suárez Mason, Raúl Guglialminetti, Antonio Pernías y Adolfo Donda son los condenados por aberrantes delitos de lesa humanidad que visitaron en la cárcel los diputados de La Libertad Avanza Beltrán Benedit, Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo. Se especula que los legisladores pergeñan beneficios para los condenados como prisión domiciliaria o un eventual indulto.
¿Quiénes son los represores visitados?
Alfredo Astiz
Pese a que admitió haber sido "entrenado para matar", el exmarino Alfredo Astiz, se rindió sin disparar un solo tiro durante la guerra que libraron Argentina y el Reino Unido por las islas Malvinas en 1982. La misma sangre fría había tenido en 1977 para, con el falso nombre de Gustavo Niño, infiltrarse entre las Madres de Plaza de Mayo que comenzaban a organizarse para buscar a sus hijos desaparecidos, simulando ser el hermano de uno de ellos.
La combinación de su ferocidad con los indefensos y su cara aniñada hicieron que se ganara el apodo de "El ángel de la muerte" y se convirtiera en el máximo símbolo del terrorismo de Estado que asoló a Argentina entre 1976 y 1983, incluso por encima de algunos de los dictadores de la época.
Como capitán de fragata perteneció al Grupo de Tareas 332 (GT 332), responsable de innumerables secuestros de personas que permanecieron cautivas en la ESMA, por la que los organismos humanitarios calculan que pasaron unos 5.000 detenidos, de los cuales sobrevivieron cerca de 100.
Las Madres de Plaza de Mayo fueron algunas de las primeras víctimas de su accionar delictivo, cuando el 10 de diciembre de 1977 Astiz "marcó" con un beso en la puerta de una iglesia a quienes unas horas después serían secuestradas por su grupo paramilitar: Azucena Villaflor, Esther Ballestrino y María Ponce, las fundadoras de esa organización.
La misma suerte corrieron las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, quienes permanecieron cautivas en la ESMA hasta que fueron arrojadas al mar desde un avión militar en uno de los tristemente célebres "vuelos de la muerte".
Antonio Pernías
Antonio Pernías es un militar condenado por actos calificados como delitos de lesa humanidad que realizó durante el terrorismo de Estado mientras era miembro del grupo de tareas 3.3.2 en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA). Utilizaba los apodos de «Trueno», «Rata» o «Martín». Cuando le tocó declarar a él admitió la existencia de los vuelos de la muerte en los cuales se arrojaba personas vivas al Río de la Plata.
También se supo que Pernías participó del Grupo de tareas 3.3.2 que destuvo a la dirigente montonera Norma Arrostito y que participó en sus sesiones de tortura.
Durante el juicio Pernías fue acusado de abusar sexualmente de las prisioneras. Era el responsable de la «Pecera», como llamaban al sitio a donde los detenidos realizaban trabajo esclavo. Usaba documentos falsos a nombre de Antonio Gaimar. Miriam Lewin, en su libro sobre los crímenes sexuales en los centros clandestinos de detención, lo describió como «uno de los más salvajes torturadores de la ESMA».16 Marta Remedios Álvarez contó durante el juicio que fue torturada con una picana eléctrica por Pernías estando embarazada y después tuvo a su hijo en cautiverio.
Se probó que Pernías torturó, entre otros, a Carlos García, Graciela Daleo, Ricardo Coquet y María Milia de Pirles. Fue responsable de la desaparición y la tortura de Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Ballestrino de Careaga, María Ponce de Bianco (las tres fundadoras de Madres de Plaza de Mayo), las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, y los activistas de derechos humanos Ángela Auad, Remo Berardo, Horacio Elbert, José Julio Fondevilla, Eduardo Gabriel Horane, Raquel Bulit y Patricia Oviedo secuestrados en la iglesia de Santa Cruz. Participó en la llamada Masacre de San Patricio con los homicidios de los curas palotinos Pedro Duffau, Salvador Barbeito, Alfredo Kelly, Alfredo Leaden y José Barbeti.
Pernías se apropió de una de las detenidas desaparecidas y la convirtió en su esclava sexual. Muchos describieron la historia como de amor, pero muchos años después Mercedes Inés Carazo declaró en la Megacausa ESMA en su contra.
Raúl Guglielminetti
Durante la dictadura militar argentina de (1976-1983) perteneció al Grupo de Tareas que tenía su base en el centro clandestino de detención conocido como Automotores Orletti, relacionado con operaciones del Plan Cóndor, y bajo el mando de Aníbal Gordon.
El mismo día del golpe militar, el 24 de marzo de 1976, Guglielminetti detuvo al maestro Orlando Balbo, quien bajo las torturas infligidas quedó sordo. Los tormentos los efectuaba en “La Escuelita”, como se denominaba al centro de torturas y exterminio que funcionaba en el Batallón de Ingenieros 188. Balbo salvó su vida gracias a los firmes reclamos del obispo Jaime de Nevares. Pudo salir del país a Italia y posteriormernte dar testimonio ante los tribunales.
A partir de 1978, condujo el Grupo de Tareas Exterior (GTE) que organizó la colaboración del régimen militar argentino con la guerra sucia en Centroamérica, conocida como Operación Charlie.
Integró la denominada "Banda de Aníbal Gordon", por lo que fue relacionado con el secuestro y asesinato del empresario y banquero Osvaldo Sivak en 1985.
Adolfo Donda
Donda es un excapitán de fragata que operó de forma clandestina en la ESMA en donde utilizaba distintos apodos como «Palito», «Jerónimo» o «Gerónimo», «Chiche». También usaba alias como «Libstein Solía », «Guillermo Ribes» o «Rubén Pellegrino».
Donda era el jefe de operaciones del Grupo de tareas 3.3.2 en el sitio de detención clandestino utilizado por la Armada Argentina para ejecutar el plan de desaparición de personas llevado a cabo en la Argentina durante la dictadura militar del Proceso de Reorganización Nacional, el centro clandestino de detención (CDD) de la ESMA.16 Además era el Segundo Jefe de Inteligencia.
Debido a un primer proceso en su contra Donda cumplió prisión preventiva por la comisión de 17 delitos, entre ellos el secuestro y asesinato de la diplomática Elena Holmberg, cuyo cadáver apareció en aguas del río Luján en 1978.
En 1984, con la llegada de la democracia, Donda fue nombrado agregado naval en la Embajada argentina en Brasil. Luego fue uno de los directores de Zapram, la empresa de seguridad del Grupo Yabrán que controlaba los depósitos fiscales del Aeropuerto de Ezeiza. Trabajó en Tecnipol SRL, empresa de comercialización de equipos para las fuerzas policiales y de seguridad. Después de la muerte de Alfredo Yabrán trabajó en seguridad privada en la empresa Servicios Quality Control S.A.
En 1987 la Cámara Federal lo procesó por más de 62 delitos de lesa humanidad que incluían secuestros, tormentos y homicidios pero quedó libre por la Ley de Obediencia Debida dictada en Argentina el 4 de junio de 1987, durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín.
Se supo que Donda torturó con picana eléctrica a Ana María Testa, Víctor Fatala, Carlos Lordkipanidse, Arturo Barros, Lázaro Gladstein, Amalia Larralde, Angel Strazzeri, Andrea Bello y a María Bernst, entre otros.
Carlos Guillermo Suárez Mason
Hijo de otro represor, Guillermo Suárez Mason. Integró el grupo de tareas 3.3.2 que actuó en la Escuela de Mecánica de la Armada y en el 2017 fue condenado a perpetua por el Tribunal Oral Federal 5 por más de 200 privaciones ilegales de la libertad, tormentos agravados y homicidios.