lunes 7 de octubre de 2024
Un Golpe más a la Cultura

El Gobierno de Javier Milei cerró el Museo Nacional del Traje

Hace unos días anunciaron el cierre del Museo Nacional del Traje, prestigiosa institución cultural que fue apuntada por la política de la motosierra y que puede llevarse adelante a partir de la aprobación del DNU.

Tal vez esta noticia haya pasado desapercibida para el común de las personas, pero en el ámbito de la cultura y en particular de aquellos que defienden y trabajan en la preservación y difusión de nuestro patrimonio cultural, lo consideran una tragedia. Y si, es un hecho grave, muy grave, desde lo simbólico, lo político y lo patrimonial.

“Por decreto presidencial se hace desaparecer el Museo Nacional del Traje, una institución cultural con más de 50 años de trayectoria, operada por profesionales de primer nivel: museólogos, diseñadores, conservadores de patrimonio especializados, curadores; que no solo resguarda textiles, modas y archivos documentales para un público que comprende a la colección como evidencias reflexivas sobre nuestra sociedad, sino que el Museo es un centro de diseño indispensable para las carreras universitarias de indumentaria y las teorías del conocimiento” (Américo Castilla – La Nación).

Con sus más de 9000 piezas, se convirtió en uno de los referentes de los museos nacionales en investigación del estudio del arte textil y de todas las industrias vinculadas. Pero sobre todo es un lugar de trabajo y de interpretación de los cambios de la sociedad y su impronta en la moda, en el vestir de esa sociedad.

El edificio donde funciona desde su creación, es Monumento Histórico Nacional y fue donado con un fin concreto: la creación del museo del traje. Reemplazarlo por un lugar de espectáculos es totalmente inadecuado espacialmente, cuando existen lugares como el CCK, con 100.000 metros cuadrados, prácticamente sin uso.

Es un antecedente peligroso. Hoy es el Museo del Traje con el argumento que solo lo visitan 45 personas por día. Mañana le puede tocar a otro, y así van a ir destruyendo nuestra identidad, haciendo desaparecer los espacios donde los ciudadanos podemos reflexionar, debatir, disentir y formar opiniones, como ocurre en los Museos. A un gobierno como el que hoy tenemos, esto NO LE SIRVE. Para ellos solo existe el presente, el futuro se mide por las finanzas.

Esto también es parte de la batalla cultural, quieren gobernar a una sociedad que no piense, que no reflexione, que sean autómatas como el ejército de trolls que operan en las redes ante la urgencia desde lo vulgar.

Es triste y doloroso. Es un ataque despiadado al trabajo de generaciones, realizado por años para institucionalizar y jerarquizar nuestra cultura. Una cultura que es respetada en el mundo por su calidad, profundidad e innovación.

El problema es que en esta batalla no hay ganadores de ningún tipo, sino que perdemos todos los argentinos. Y el Estado, es el encargado de velar por el patrimonio de los argentinos, como lo establece la Constitución Nacional.

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