El consumo masivo cayó un 20% interanual en octubre
Aunque el Gobierno celebra el "fin de la recesión" por la recuperación de algunos sectores clave de la economía, este crecimiento todavía no se nota en los bolsillos. Al contrario, el consumo masivo se sigue desplomando.
Un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (CICEC) de las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe, titulado "La actividad económica deja atrás la recesión", destacó que, con septiembre, se alcanzaron seis meses consecutivos de suba intermensual en el índice elaborado por la propia institución (denominado ICA-ARG). Esto se debe al crecimiento de indicadores como la producción industrial (4,6%), la actividad de la construcción (8,6%), las importaciones totales de bienes (11%), las ventas minoristas (1,1%), el patentamiento de vehículos nuevos (31,2%), la recaudación nacional total (4,5%).
Sin embargo, el consumo masivo está desacoplado de este escenario de aparente recuperación. Según analistas especializados en este sector, el consumo masivo en grandes supermercados y comercios de proximidad cayó cerca de un 20% en octubre respecto al mismo mes del 2023. Si bien se trata de una cifra provisoria, de confirmarse sería la segunda peor caída interanual del año si se la compara con las mediciones de Scentia. La consultora determinó que, en septiembre, la baja interanual del consumo masivo había sido del 22,3%.
Una cifra tan abultada muestra, evidentemente, que la crisis del bolsillo sigue y que, contrario a los citados antes, en este indicador no hay ningún repunte. De hecho, entre abril y septiembre, frente a los acumulados positivos que mostró el informe de las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe para aquellos indicadores, el consumo masivo solo profundizó su caída (el único mes de desaceleración de la caída interanual fue mayo). En el acumulado del año (enero a septiembre), presenta una caída del 11,9% frente a esos mismos meses de 2023.
En pocas palabras, el consumo masivo está desacoplado de la mayor parte de los sectores de la economía, que parecen estar en vías de recuperación (aunque, todavía, a niveles mucho más bajos que los de un año atrás). Esto se debe, como no puede ser de otra forma, al atraso del poder adquisitivo, con una reactivación de los salarios reales que resulta insuficiente. Se debe tener en cuenta que esto se debe, en buena medida, a los tarifazos del Gobierno que implican gastos fijos y dejan menos resto para otros gastos incluso básicos como los alimentos.