Una de las integrantes de la Comunidad Religiosa de la Congregación San Francisco, que realiza actividades en la Iglesia San José Obrero, hizo un llamado a la solidaridad para recuperar una computadora robada del departamento donde residen. Marina Sosa, miembro de la comunidad, reportó el robo con gran angustia, ya que en el dispositivo se encontraba toda la documentación importante para las actividades religiosas y administrativas de la congregación.
Sosa detalló que el ilícito se habría producido a través de una ventana, y que la persona responsable parece haber sido una mujer. Según la religiosa, la intrusa dejó todo muy acomodado: retiró las macetas de la ventana, la dejó en su lugar, y al momento de retirarse, volvió a colocar todo como estaba. Este nivel de cuidado sugiere un intento deliberado de no dejar rastros evidentes.
El robo ha causado un considerable perjuicio a la comunidad, que solicita la colaboración de la ciudadanía para dar con el paradero del equipo y así mitigar el impacto de esta pérdida. Las autoridades han sido notificadas y están investigando el caso con la esperanza de recuperar la computadora y encontrar a la persona responsable.
