El juez de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca, Enrique Lilljedahl, presentó el jueves su nuevo libro “La Trata de Personas. Un crimen global y cruel que atenta contra la dignidad humana”.
Aborda el tema a partir de la presentación de diferentes aristas, con sustento teórico y 25 años como profesional.
El juez de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Catamarca, Enrique Lilljedahl, presentó el jueves su nuevo libro “La Trata de Personas. Un crimen global y cruel que atenta contra la dignidad humana”.
Lilljedahl, quien además es juez subrogante permanente del Tribunal Federal de Tucumán y docente en la cátedra de Derecho Penal y de Litigación Oral, presentó la obra en las instalaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Catamarca.
Participaron además el decano de la Unidad Académica, Gonzalo Salerno, el Dr. Guillermo Díaz Martínez, juez federal N°2 de Catamarca; María Noel Costa, jueza titular del Tribunal Oral Federal N°2 de Córdoba y subrogante permanente del Tribunal Oral N° 3 de Córdoba; y Nancy Anastasio, editora de Bibliotex Editorial, psicóloga social.
En diálogo con El Ancasti, Lilljedahl explicó que el escrito aborda una temática que tiene muchísimas aristas, entre otras, la penal y de consideración jurídica del delito, sociales, criminológicas, económicas y psicológicas del perfil de las víctimas y cómo quedan después del delito.
Por otra parte, sostuvo que el libro es un aporte invaluable en la lucha contra la trata de personas.
Consideró que la ilustración de la tapa del libro es "espeluznante porque no hay otra forma de representar a las víctimas de trata sino a través de un grito, exclamación o aullido de dolor. Tal vez un lamento o gemido sórdido y silencioso que ayude a sobrellevar el padecimiento, o simplemente impida exacerbarlo”.
"La tapa grafica magistralmente las vidas rotas por la trata. Personas sin rostro, sin cuerpos, sin alma, que no son personas. Es la tortura entre las torturas, el sadismo entre los sadismos, la crueldad instalada. El ser humano desdibujado, desnaturalizado, deshumanizado por sus semejantes", agregó.
Explicó que la trata, además de ser un delito, es "una realidad social invisibilizada que afecta a millones de personas en todo el mundo. Es un fenómeno social, criminológico, victimológico y delictivo de extrema complejidad, inserto en una modernidad banal y abyecta representada por las almas y cuerpos mercantilizables de quienes la sufren".
"La trata te enfrenta al dolor y te lo revela hasta que se hace propio. Te sensibiliza y obliga moralmente a empatizar con las víctimas sufrientes, desahuciadas y con vidas rotas, tan rotas que hasta se desconocen como personas y no se advierten víctimas porque han incorporado el destrato, la humillación, la violencia física y psicológica en todas las formas posibles. En mis casi 25 años de experiencia profesional he trabajado en casos de trata desde distintas perspectivas", manifestó.
Remarcó que es un delito de género y que "desde tiempos lejanos y a merced de una construcción cultural violenta, prejuiciosa, patriarcal y machista se aceptaba la explotación de las mujeres; los proxenetas eran respetables señores de los pueblos y ciudades y el prostíbulo un lugar de encuentro social. Para advertirlo es indispensable desaprender".
Para finalizar, apuntó que también es el delito de los desplazados y los extranjeros, "de aquellas personas que están ávidas de cualquier cosa con tal de poder sobrevivir".