El Ancasti visitó la casa de Lucas. Mariana Pedraza está imputada por “lesiones gravísimas” y resta saber si su defensa se va a interponer al pedido del fiscal Federico Aldeco.
En su casa del Barrio Hipólito Irigoyen, en San Antonio, Lucas Pereyra y su hermana Melisa recibieron a El Ancasti, el día después de conocerse que la causa por el accidente que lo dejó en estado de cuadriparesia fue elevado a juicio.
“Es un gran paso, no termina de ser una alegría porque fue mucho tiempo hasta llegar a esto”, dijo con cierto pesar Melisa. Y Lucas expresó: “Gracias a dios se elevó a juicio y creo que todo esto puede acabar”.
Además, reconoció que en un momento pensaron que la causa estaba perdida. “Son muchas cosas que se dicen, lo que uno sabe, ella trabaja en el Juzgado de Garantías, es sobrina de la ex intendenta de Fiambalá. Tiene conocidos y se demoraron muchísimo en todo el proceso, en sacar una caratula, en que sea imputada, en la elevación a juicio. Aparte del miedo muchas veces fueron las ganas de dejar esto de lado y enfocarnos directamente en la rehabilitación de Lucas”, indicó. “Pero Luquitas no merecía que todo esto quedara así”.
Por su parte, el abogado Gabriel Díaz, marcó que “aún falta” y que la elevación a juicio “es un alivio”.
“Fue un arduo camino el que le ha tocado a la familia de Lucas. Nosotros a la querella la hemos asumido hace un año y meses, la causa en sí viene desde hace dos años y medio. Cuando nos encontramos con la causa estaba, no digo paralizada, pero un poco lenta. Recién se había imputado a la persona que causa el siniestro”, comentó, entrevistado por El Noticiero de Catamarca RTV.
Dijo que como querella “nos encargamos de dotar de distintos elementos y dotar de celeridad al Ministerio Público Fiscal” y que “el primer paso era que se eleve esta causa a juicio”.
Igual que la familia de Lucas, Díaz supo que la causa estaba “empantanada” y que el papel del fiscal fue clave. “Nos hemos abstraído de todo el contexto, que no es fácil, pero nos dedicamos a las cuestiones meramente objetivas y que por derecho correspondía”.
“Lo hemos hecho saber al MPF primero con intentar cambiar la caratula; no son simples lesiones, no es lo mismo tener ‘un meñique quebrado’ que cómo quedó Lucas Pereyra en un estado de cuadriparesia en una silla de ruedas. Él no se puede valer por sí mismo, se alimenta mediante un botón gástrico, y todas las complejidades que eso acarrea en el día a día”, graficó.
Además, se refirió al dolor porque Pedraza nunca se acercó ni directa ni indirectamente a Lucas. “No hay un estado de venganza, sino que ellos conviven todos los días con esta impotencia de que nadie se haya acercado ni siquiera a ayudar o a ponerse a disposición en ningún sentido. Lo que le molestaba a la familia era esto, ya que no hay un motus propio de acercarse vamos por lo legal y que por derecho penal y civil corresponde”, explicó.
“Uno lee las redes sociales y entiende la impotencia y el enojo, pero tenemos un código con el cual nos tenemos que regir y muchas veces un homicidio culposo, donde hay una persona fallecida, es una prisión en suspenso”, advirtió. Dijo que la familia sabe de esto, y que avanzaron con tenacidad “conforme a derecho y a fondo por las características del caso”.
Por otro lado apuntó que “conmueve la fortaleza de Lucas, su hermana se convirtió en su sombra. Hacen locro, campeonatos, rifas para poder costear los gastos médicos de tener así a un familiar”, concluyó.
