El caso Lian Flores en la provincia de Córdoba continúa sin ninguna pista certera y hay incertidumbre debido a que hasta el viernes se esperan tormentas, lo que complica aún más la labor de los investigadores.
Sigue la intensa búsqueda del niño que desapareció el pasado sábado.
El caso Lian Flores en la provincia de Córdoba continúa sin ninguna pista certera y hay incertidumbre debido a que hasta el viernes se esperan tormentas, lo que complica aún más la labor de los investigadores.
La fiscal adjunta Bettina Croppi brinda desde las 10.30 una conferencia de prensa en el cortadero de ladrillos donde reside la familia del nene.
Las autoridades han ampliado el radio de búsqueda, incorporando más personal y recursos tecnológicos como drones para explorar tanto el terreno como el río cercano.
Hasta el momento no han encontrado rastros del niño. El clima no ha sido un aliado en esta misión. La lluvia persistente durante este martes generó barro y dificultó el acceso al predio donde se concentra la búsqueda, retrasando las operaciones.
La ampliación del operativo, que ahora incluye tanto el río como zonas aledañas, refleja la urgencia por hallar a Lian.
El operativo de búsqueda comenzó el sábado por la tarde-noche luego de que los padres del niño hayan denunciado que, al despertar de la siesta, el menor no estaba jugando como le habían manifestado sus otros hijos.
No hay avances en la causa debido a que los peritajes en la zona dieron resultado negativo.
Perros adiestrados del K-9, drones, helicópteros, personal especializado a caballo y a pie, junto con los policías de la provincia de Córdoba y las fuerzas Federales, recorrieron alrededor de 18 hectáreas.
Lo único que se tiene en el caso son tres camionetas blancas que fueron secuestradas, junto con 11 celulares y un pantalón azul. Además, ya se empezaron a tomar declaraciones a adultos y a menores, a través de Cámaras Gesell.
La labor del personal especializado en la zona de búsqueda es complicada ya que el Servicio Meteorológico Nacional anunció que se esperan fuertes tormentas desde este martes hasta el cierre de la semana.
Esto provoca que se borren huellas por el barro, que los perros no puedan recorren los sitios señalados y que muchas posibles pistas se desvanezcan con el paso del agua.
A momento de su desaparición, el pequeño de tez trigueña, cabello corto y de 90 centímetros de altura, vestía pantalón corto azul. Se encontraba descalzo y con el torso desnudo.