El delito en Catamarca: hurtos en alza, delitos sexuales persistentes y una silenciosa epidemia de suicidios
Por Rodrigo Morabito (*)
La violencia sexual es un flagelo con rostro de mujer
El último informe del Sistema Nacional de Información Criminal (SNIC) reveló datos sobre la realidad delictual en la provincia de Catamarca durante 2023 (últimos datos relevados). Al respecto, debe advertirse que, a pesar de una disminución en los homicidios y las lesiones dolosas -aquellas que responden a la univoca intención de lesionar al prójimo-, han crecido los delitos contra la propiedad y, en un dato que debería prender luces de alerta, los suicidios consumados alcanzaron su nivel más alto en una década.
Los hurtos y robos siguen siendo el núcleo del delito urbano. En efecto, el fenómeno más extendido en todo el territorio catamarqueño son los hurtos -delito que implica apropiarse ilegítimamente de lo ajeno sin violencia- que en 2023 alcanzaron los 4.898 hechos, lo que representa una tasa de 1.150,1 casos por cada 100.000 habitantes.
Esta cifra implica un aumento del 46,5% respecto al año anterior, según el SNIC. Los robos (con o sin violencia) también se mantienen altos, con 3.299 hechos registrados, si bien se registró una caída interanual del 20%.
Los departamentos de Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú concentran la mayor cantidad de denuncias, evidenciando una problemática claramente urbana.
Debe tenerse muy en cuenta que la criminalidad urbana históricamente no solo es producto de carencias materiales, sino también, de desigualdades estructurales y ausencia de vínculos comunitarios sostenibles; por lo que debe ponerse especial énfasis en las políticas públicas para lograr una mayor integración comunitaria especialmente de los adolescentes y jóvenes teniéndose como principal eje la prevención.
Lesiones. Sobre este punto, debe seguirse poniendo especial atención en el fenómeno o flagelo de la violencia urbana en general más allá de que no deja de ser de suma importancia que las lesiones dolosas -aquellas cometidas con intención de dañar al prójimo- totalizaron 1.489 hechos y mostraron una reducción del 37% respecto a 2022. Por primera vez en años, la mayoría de las víctimas fueron varones (59,5%).
Sobre la específica violencia sexual como flagelo y con rostro de mujer. La violencia sexual en Catamarca sigue mostrando cifras importantes. Aunque el número total de casos bajó levemente en 2023, el fenómeno continúa con niveles preocupantes y un claro sesgo de género: el 85% de las víctimas fueron mujeres.
De acuerdo con el Informe del SNIC, durante 2023 se registraron 368 delitos contra la integridad sexual, lo que representa una tasa de 86,4 cada 100.000 habitantes. Aunque esto implica una disminución del 16% respecto al año anterior, se advierte que las cifras continúan siendo altas y muchas veces ocultan realidades más complejas.
En este sentido, debe señalarse que desde el año 2014, los delitos sexuales en la provincia nunca descendieron por debajo de los 250 casos anuales. Si bien el volumen absoluto disminuyó desde el pico de 464 en 2021, el nivel de denuncias se mantiene constante.
Los hechos se reparten entre distintos tipos penales. En 2023 se denunciaron:
98 casos de violencia sexual simple.
12 violaciones (violencia sexual con acceso carnal).
5 ciberdelitos sexuales contra menores de edad.
252 hechos agrupados bajo la categoría "otros delitos sexuales".
Esta última categoría representa el 68% del total, una cifra que debería preocuparnos a los especialistas de las distintas ciencias por la falta de claridad del dato ya que podría incluir desde exhibicionismo hasta corrupción de menores, y muchas veces se utiliza cuando la víctima es menor de edad o los hechos no están debidamente tipificados. Por otra parte, el informe también detalla que 312 de las 368 víctimas eran mujeres (84,8%). Solo 8 eran varones y en 48 casos no se registró el sexo de la víctima.
Evidentemente, el sesgo de género no es una novedad, pero sí lo es su magnitud; pues, en los últimos 7 años, la proporción de víctimas mujeres nunca bajó del 84%. Este patrón sugiere un entramado persistente de violencia estructural contra mujeres y niñas.
Ahora bien, la violencia sexual no se concentra únicamente en la Capital de nuestra provincia. Aunque el departamento Capital encabeza las estadísticas con 180 hechos denunciados, otros departamentos con menor población presentan tasas aún más altas. Veamos.
Tinogasta: 29 casos, con una tasa de 124,1 cada 100.000 hab.
Belén: 31 casos, tasa de 96,3.
Pomán: 14 casos, tasa de 109,2.
Sin dudas, la dispersión territorial indica que este tipo de violencia no distingue entre lo urbano y lo rural, y que en muchos lugares del interior podría haber un sub-registro por falta de realización de denuncias, incluso, en ocasiones, por temor a represalias familiares.
Por supuesto que más allá de estas cifras debe advertirse que los números del SNIC son solo “la punta del iceberg”. Muchas situaciones no se denuncian o quedan encapsuladas en entornos familiares o de otros ámbitos que optan por el silencio.
Claro está que la persistencia de los delitos sexuales muestra que no alcanza con tan sólo con leyes, juicios y sanciones, ergo necesitamos más prevención a través de educación sexual integral y otras políticas públicas, como así también un constante acompañamiento psicológico a las víctimas desde el primer momento de intervención.
El informe deja claro que la violencia sexual sigue siendo uno de los fenómenos más graves y persistentes en la provincia. La urgencia de políticas públicas intersectoriales, con enfoque de género y de derechos de la niñez es fundamental y necesario, pero no debemos dejar pasar por alto que mientras tanto, las cifras se acumulan. Y con ellas, las historias silenciadas de cientos de víctimas que esperan justicia, reparación y garantías de no repetición.
Drogas o estupefacientes con crecimiento la tenencia simple. Ya desde otra óptica de análisis, el informe también ha destacado un aumento en los delitos vinculados a la Ley 23.737 sobre drogas. En 2023 se reportaron 217 hechos, con un crecimiento del 31% respecto a 2022. El 70% corresponde a tenencia simple o lo que suele conocerse como tenencia para consumo personal, lo que podría reflejar tanto un incremento en el consumo como una mayor actividad represiva sobre usuarios no vinculados al narcotráfico.
Suicidios: la otra cara de la problemática. Finalmente, uno de los datos más impactantes del informe está fuera del circuito penal tradicional; me refiero a los suicidios consumados.
En 2023 se registraron 56 casos en Catamarca, la cifra más alta de la última década. Esto representa una tasa de 14,3 por cada 100.000 habitantes, muy por encima del promedio nacional estimado. Desde 2020, la curva de suicidios muestra un crecimiento sostenido. Esta forma de muerte violenta supera ampliamente a los homicidios dolosos, que fueron solo cinco en el mismo período.
Sobre este punto, debe tenerse presente que los especialistas sostienen que cuando los suicidios superan los homicidios en una región, es una alerta de salud pública. La persona no encuentra otra vía de resolución a su sufrimiento que el acto irreversible. Necesitamos políticas de escucha, acceso a tratamientos y presencia del Estado en los territorios.
En definitiva, ¿qué nos están diciendo estos datos?
El escenario delictual en Catamarca presenta una complejidad de constante análisis; mientras algunos indicadores delictuales bajan, otros aumentan o persisten. La expansión de los delitos contra la propiedad, el sesgo de género en las violencias, y la emergencia silenciosa de los suicidios plantean un desafío urgente para las políticas públicas en seguridad, salud mental y protección social de la provincia.
El principal objetivo, debe ser la prevención para evitar flagelos que derivan en delitos para la ciudadanía.
(*) Juez de Cámara de Responsabilidad Penal Juvenil de Catamarca. Profesor adjunto de Derecho Penal II de la Universidad Nacional de Catamarca. Miembro de la Mesa Nacional deAsociación Pensamiento Penal. Miembro del Foro Penal Adolescente de la Junta Federal de Cortes (Jufejus). Miembro de Ajunaf. Miembro de la Red de Jueces de Unicef.