miércoles 20 de noviembre de 2024
Editorial

Dos caras de la misma moneda

Un informe conocido recientemente corrobora los graves problemas de alimentación existentes en el mundo, con particular atención en la región de América Latina y el Caribe. Los datos contenidos en el estudio vinculan a la obesidad y al hambre como dos problemas derivados de la malnutrición.

El informe, elaborado por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), indica que la obesidad en la población adulta mundial prácticamente se duplicó en lo que va del siglo, pasando del 8,7% del año 2000 al 15,8% de 2022. En los últimos 50 años, las cifras se triplicaron. América Latina y el Caribe, junto con Oceanía, son las regiones donde se registra con más nitidez este fenómeno.

El sobrepeso y la obesidad son responsables de aproximadamente casi 3 millones de muertes por enfermedades no transmisibles por año en las Américas.

El trabajo señala también que el 6,5% de la población de América Latina y el Caribe sufre hambre, es decir, 43,2 millones de personas.

Las cifras son de tal envergadura que será imposible con el objetivo 2 de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que propone para ese año “poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible. De aquí a 2030, poner fin a todas las formas de malnutrición, incluso logrando, a más tardar en 2025, las metas convenidas internacionalmente sobre el retraso del crecimiento y la emaciación de los niños menores de 5 años, y abordar las necesidades de nutrición de las adolescentes, las mujeres embarazadas y lactantes y las personas de edad”.

“Las cifras de hambre en nuestra región continúan siendo preocupantes. Vemos como cada vez nos alejamos más del cumplimiento de la agenda 2030 y no logramos mejorar aún las cifras previas a la crisis desatada por la pandemia de COVID-19. Nuestra región tiene desafíos persistentes como la desigualdad, la pobreza y el cambio climático, que han revertido al menos en 13 años el progreso en la lucha contra el hambre. Este escenario nos obliga a trabajar de manera conjunta y actuar cuanto antes”, aseguró Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de FAO para América Latina y el Caribe.

Tanto la obesidad como el hambre son emergentes de la malnutrición y por lo tanto requieren de abordajes de forma integral. Como señala Garry Conille, director regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, “la desnutrición y el sobrepeso infantil son dos caras de la misma moneda. El sobrepeso infantil ha incrementado de manera alarmante en las últimas dos décadas, amenazando la salud y el bienestar de la niñez. A su vez, la desnutrición infantil prevalece en la región, afectando mayormente a poblaciones indignas, afrodescendientes y rurales. Desde UNICEF, hacemos un llamado a que los países impulsen políticas de salud pública que protejan el derecho a la nutrición de la niñez, asegurando su acceso a alimentos nutritivos y servicios y prácticas adecuadas”.

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