Un importante charco de agua estancada en la intersección de las calles Los Tilos y Las Dalias, en la zona norte de la ciudad, se ha convertido en un foco de preocupación para los vecinos del lugar.
Un importante charco de agua estancada en la intersección de las calles Los Tilos y Las Dalias, en la zona norte de la ciudad, se ha convertido en un foco de preocupación para los vecinos del lugar.
El agua, que lleva varios días acumulada, se ha deteriorado al punto de convertirse en un potencial criadero de mosquitos transmisores de dengue.
Los residentes han manifestado su inquietud por la proliferación de alimañas y el aumento de personas desaprensivas que aprovechan la situación para arrojar basura en el sitio. “El olor nauseabundo que emana de la zona es insoportable y tememos por la salud de nuestras familias”, declaró uno de los afectados.
Este problema, ubicado a escasos metros de las viviendas, entre los barrios Los Ceibos y Parque La Gruta, representa un serio riesgo sanitario, especialmente en esta temporada, cuando las condiciones son propicias para la reproducción de mosquitos.
Los vecinos han solicitado la intervención urgente de las autoridades municipales para solucionar la situación antes de que se convierta en un problema de salud pública mayor.
Si bien los casos en la provincia descendieron notablemente, no deja de ser una preocupación para la sociedad.
Es una enfermedad prevenible, una infección vírica que se transmite del mosquito Aedes aegypti a las personas. En la mayor parte de los casos, la persona se cura en una o dos semanas, pero a veces la enfermedad se agrava y requiere hospitalización.
Los síntoma pueden ser: fiebre elevada (40 °C/104 °F), dolor de cabeza muy intenso, dolor detrás de los ojos, dolores musculares y articulares, náuseas, vómitos, agrandamiento de ganglios linfáticos, sarpullido.
Las personas que se infectan por segunda vez corren más riesgo de que la enfermedad se agrave con síntomas más hostiles, como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, respiración acelerada, hemorragias en las encías o la nariz, cansancio, agitación, vómitos o heces con sangre, sed intensa, piel pálida y fría, debilidad general.
Ante cualquier duda se deben dirigir al centro asistencial sanitario más cercano.
Debido a que los huevos del mosquito pueden resistir bajas temperaturas y condiciones de sequía, es importante destacar que las medidas de prevención y control de criaderos del mosquito deben realizarse de forma continua, durante todo el año.
Algunas de la recomendaciones que brinda el Ministerio de Salud son: eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos, etc.), tapar o resguardar los objetos útiles que se encuentran en el exterior y pueden acumular agua de lluvia o riego, cepillar, limpiar y cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, evitar tener plantas en agua, reemplazar el agua de las macetas o contenedores de plantas, por arena, tierra u otro sustrato adecuado, mantener los patios y jardines desmalezados, destapar canaletas y desagües de lluvia, verter agua hirviendo en las paredes internas de las rejillas y colocarles tela mosquitera, mantener limpias y cloradas las piletas de natación.
Desde la entidad aclaran que la vacuna es un método más de prevención y si no estás vacunado podés solicitar tu turno en www.turnos-vacunacion.catamarca.gob.ar