Una madre y sus cuatro hijos fueron echados por su propia abuela de la casa que habían edificado.
La situación alarmante que está pasando una familia lleva más de un mes, atravesando las altas temperaturas y las fuertes lluvias de los últimos días, solo sobreviviendo con una lona negra como techo, tratando de resguardar sus pertenencias ante la inseguridad y las incomodidades que conlleva no tener un hogar.
El Ancasti habló con Vanesa Vega, quien es mamá de 4 hijos de 21, 18, 14 y 12 años de edad, “yo estaba viviendo en la casa de mi mamá en el Barrio Nueva Catamarca, casa Nº 20 desde junio del año pasado, edifiqué en el fondo de su casa porque ella me lo permitió, hice un salón y baño, allí vivía con mis hijos. Yo con mi mamá mucho contacto no tenía por mis horarios de trabajo, mis hijos van a la escuela y ella también trabaja de empleada doméstica, así que mucho no la veíamos, además todos los meses le daba para pagar los servicios”.
Con respecto a la relación con su madre, comentó, “ella me empezó a decir que me busque dónde ir con mis hijos, porque ya no quería que estemos en su casa, quería vivir sola, ni siquiera estábamos con ella, pero le empezó a molestar todo de nosotros, si salíamos, si usábamos el agua, si prendíamos las luces, solo le dije que me aguante hasta que me salga la vivienda en el IPV, pero no quiso, el 23 de enero llamó a la Policía, me sacó de su casa con mis hijos, no le importó sus nietos, desde entonces estoy viviendo en la vereda de su casa”.
Antes de ser desalojados por la fuerza policial, la dueña del hogar habría violentado las pertenencias de su familia, por eso tomaron la decisión de sacar por su propia cuenta las cosas.
Por llamado de los vecinos, se acercó personal de salud para constatar la situación familiar, pero luego no hubo otra colaboracion por parte del Estado.
Vanesa, en este tiempo busca gestionar un techo para el bienestar de su familia, “fui al Instituto de la Vivienda a comentar mi situación, que me den la vivienda a la cual estoy inscripta hace 15 años, tengo todo los papeles al día, ya fui varias veces y solo me dijeron que espere, que tenga paciencia que casa no había para darme ya. La verdad que es muy triste vivir así”.
La familia decidió separarse por las malas condiciones que atraviesan y la salud de los chicos, "no duermo bien, mis hijos tampoco, mis nenas están en su tía, porque al ser menores no las puedo tener conmigo, tengo mi hijo de 18 años que tiene problemas de salud mental, esquizofrenia y sufre de convulsiones, desde el domingo que está internado y no pude volver al IPV a ver si hay alguna novedad, no pido que me regalen nada, solo quiero la casa, la cual voy a pagar”.
Afortunadamente Vanesa cuenta con buenos vecinos, ya que le brindan espacio para que pueda ir al baño y poder cocinar para poder alimentar a su hijo que está con ella.n
