Cuando la carne se consume en mal estado puede desencadenar una intoxicación alimentaria y originar enfermedades.
Desde Bromatología de la Municipalidad de la Capital realizan controles en diferentes rubros para transmitir tranquilidad a los consumidores, entre ellos en las carnicerías saludables, donde buscan garantizar la seguridad de los alimentos y minimizar el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
Estos controles pueden incluir: toma de muestras de carne fresca y picada para detectar bacterias patógenas como la salmonella, Escherichia coli, entre otras; toma de muestras de empanizados, hisopados de picadoras y mesadas; evaluación de la calidad de la carne a través de su aspecto, olor, firmeza, jugosidad, ternura y sabor; capacitación al personal sobre las ETA y seguimiento constante de las carnicerías.
La pérdida de la cadena de frío en las carnicerías puede provocar la proliferación de bacterias, lo que puede derivar en intoxicaciones alimentarias, por eso es importante conservar la carne en la heladera a una temperatura menor o igual a 5°C.
La venta de carne picada (carne triturada finamente por medios mecánicos), está permitida solamente cuando se haga a pedido y en presencia del interesado, según lo rige la Ordenanza Municipal N° 1210/84.
Enfriar los alimentos perecederos y cocinados lo antes posible, por debajo de 5°C; guardar los alimentos que requieren frío en la heladera o el freezer inmediatamente después de hacer las compras; prestar atención al color, olor y sabor de los alimentos; evitar dejar los alimentos fuera de frío por mucho tiempo, especialmente en verano. Si la carne pierde la cadena de frío, se recomienda desecharla.
