jueves 12 de diciembre de 2024
Cara y Cruz

Absoluciones insólitas

La vertiginosa velocidad con que se cerró el expediente penal por el asalto a Matías Exequiel Rolón Reynoso en el barrio Parque América sería el dato más llamativo de la causa si no convergieran en él un conjunto de ingredientes que lo impregnan de sospechas.

El motivo de la absolución de los cuatro acusados nada menos que por “robo doblemente calificado por el uso de armas y por ser cometido en poblado y en banda” es insólito: los reos concertaron un acuerdo económico con el asaltado, al que le pagaron 8 millones de pesos a cambio de que desista de la denuncia.

La homologación de este “Acuerdo Conciliatorio” fue solicitada por el fiscal Hugo Costilla al juez de Garantías Rodolfo Maidana, quien lo homologó, declaró la extinción de la acción penal y ordenó el sobreseimiento total y definitivo de los encartados Guillermo Hernán Nieva, Diego Marcelo Arroyo, Camilo Carrizo y Fernando Ariel Pacheco.

Se sienta un precedente extraordinario.

A partir de este singular pacto, en Catamarca los asaltantes capturados cuentan con la alternativa de librarse de sanciones acordando compensaciones con sus víctimas. Esto eventualmente les permitiría continuar con sus correrías en perjuicio del conjunto de la sociedad, circunstancia que parece no haber perturbado al fiscal Costilla, representante de los intereses de esa sociedad frente al crimen, ni tampoco al juez Maidana.

La solución podría extenderse. ¿Por qué habría de negárseles a otros procesados recurrir al mismo artilugio? ¿Y si amenazan a las víctimas y sus entornos con represalias para obligarlas a aceptar las indemnizaciones habilitadas por la Justicia?

Es raro que ni el fiscal ni el juez hayan considerado esta posibilidad. Nadie está en condiciones de considerarlas ya, puesto que sería absurdo que Costilla apele una disposición por él mismo requerida, y es improbable que lo haga Rolón Reynoso.

A esta novedad jurisprudencial se agrega la relación del asalto con el caso de las criptoestafas.

Matías Exequiel Rolón Reynoso, el asaltado, es uno de los procesados con prisión domiciliaria por los desfalcos perpetrados en la financiera RT Inversiones, del clan Bulacios. Uno de los asaltantes dijo en indagatoria que lo había conocido en la cárcel y que le debía “mucho dinero”. El violento asalto habría sido para cobrarse la supuesta deuda, sobre cuyo origen no se sabe nada.

Es irónico que los acreedores hayan terminado pagándole al deudor, pero más curioso el escaso interés de la Justicia en seguir la pista de la posible conexión entre el asalto y las criptoestafas.

Otro elemento sugestivo es que uno de los asaltantes, Camilo Carrizo, empleado de la EC SAPEM, sea hermano del intendente de Saujil y ex titular de la ANSES Enzo Carrizo.

Entonces: asalto a un procesado por las criptoestafas, presunta deuda de este asaltado con al menos uno de los asaltantes, otro de los asaltantes emparentado con un intendente y ex jefe de la ANSES, insólita extinción de la acción penal por un acuerdo entre asaltantes y asaltados convalidado por la Justicia.

¿Cómo se le puede pedir a la sociedad que confíe en la Justicia con la cantidad de elementos y cabos sueltos que ofrece para las conjeturas? Nótese que los asaltantes fueron absueltos, pero no declarados inocentes.

¿Habrá pagado Rolón Reynoso la deuda para que le paguen a él la compensación? ¿Y si se trata de una simulación?

Grandes enigmas del acontecer judicial provinciano. Asaltado deudor y asaltantes acreedores quedaron hechos: uno salda la deuda, los otros se libran de la cárcel.

La velocidad perfecciona el misterio. El asalto a Rolón Reynoso fue el 4 de septiembre. El caso fue cerrado por Costilla apenas dos meses después.

Inédito, pero no lo pueden apodar Colapinto: el Caso Rojas lo asemeja más a la tortuga Manuelita.

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