La pesquisa volvió a enfocarse en la camioneta de Carlos Pérez, señalado como el principal sospechoso.
A más de siete meses de la desaparición de Loan Peña, la investigación judicial puso nuevamente el foco en la camioneta Ford Ranger de Carlos Pérez, ex integrante de la Armada Naval Argentina, señalado como el principal sospechoso.
Las autoridades consideran que este vehículo podría contener pistas fundamentales para esclarecer el caso. En julio del año pasado se detectó un golpe en el guardabarros del paragolpes delantero del rodado.
En el lugar del impacto había pintura desprendida. Además, las pruebas de luminol dieron positivo y se hallaron manchas rojas compatibles con un ADN masculino.
"Vamos a desarmar nuevamente la trompa del vehículo y realizar pericias tecnológicas en su computadora, así como en el Ford Ka que también está vinculado al caso", afirmó Mazzei, perito principal de la investigación.
Según explicó, estas pruebas avanzadas buscarán rastros que conecten la camioneta con Loan o con el lugar de su desaparición. En un esfuerzo por encontrar respuestas, el equipo de investigación usará herramientas tecnológicas nunca antes empleadas en el país.
"Estamos implementando tecnologías de punta, que podrían ser determinantes para esclarecer el caso", aseguró el perito Mazzei.
El análisis de la Ford Ranger no es el único elemento bajo escrutinio. También se investiga el botín de Loan, hallado meses después de su desaparición. Aunque una pericia reciente determinó que no contenía rastros de sangre, los investigadores consideran que este resultado no descarta otras hipótesis. "Nada en esta causa es lineal, pero cada dato aporta para cerrar un conjunto de pruebas", añadió Mazzei.
Además, en los últimos meses, se llevaron a cabo rastrillajes en pozos y lagunas de la zona, sin resultados positivos. Estos fracasos mantienen viva la esperanza de que Loan pueda estar con vida.
El caso tomó un nuevo giro mediático con las recientes declaraciones del Papa Francisco, quien sugirió que Loan podría haber sido víctima de tráfico de órganos.
Estas afirmaciones fueron calificadas como “irresponsables” por Mazzei, quien aseguró que no hay indicios en la causa que apunten en esa dirección. “Declaraciones de este tipo solo generan confusión y un sufrimiento innecesario para la familia”, señaló.
Pese a los desafíos emocionales, los padres de Loan mantienen contacto constante con el equipo de investigación. "Todos los días hablamos con los padres, les explicamos los avances y los próximos pasos. Es un proceso doloroso, pero no bajamos los brazos. Ellos confían en nuestro trabajo", afirmó Mazzei.
