Quedó firme la condena para al sacerdote Juan de Dios Gutiérrez
La Corte Suprema de Justicia de la Nación consideró que la queja es inadmisible y desestimó el reclamo.
“Declárase perdido el depósito”, consideró la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) al denegar el recurso extraordinario que presentó el sacerdote Juan de Dios Gutiérrez, condenado por abuso sexual, en 2021. El cura había agotado todas las instancias para revertir el fallo y recurrió en queja a la Corte Suprema. El máximo tribunal dio una respuesta al sacerdote catamarqueño: el recurso fue rechazado por inadmisible.
En abril de 2021, la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Tercera Nominación halló culpable al cura Gutiérrez en el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado por ser ministro de un culto religioso" y lo condenó a la pena de 12 años de prisión. No obstante, mantenía la libertad hasta que el fallo quedara firme. En diciembre de ese mismo año, la Corte de Justicia de Catamarca confirmó la sentencia de Cámara.
Pese al revés, presentó un recurso extraordinario federal para que la CSJN resolviera pero la Corte catamarqueña volvió a rechazar el planteo. Con esta nueva negativa, se ordenó la detención y traslado al Servicio Penitenciario Provincial, en Capayán. A principios de mayo de 2022, el cura Gutiérrez comenzó a purgar su castigo. Los abogados defensores Miguel Antonio Gallo y Juan Manuel Martínez Azar agotaron la última instancia: recurrieron en queja a la Corte Suprema.
El fallo tiene fecha del 19 de diciembre último. Fue firmado por el presidente de la CSJN Horacio Rosatti y los jueces Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Ricarlo Lorenzetti, quien elaboró el voto. Consideró que “el recurso extraordinario, cuya denegación originó esta queja, es inadmisible.
Cabe poner de relieve -a fin de evitar interpretaciones erróneas acerca del alcance de los fallos de la Corte Suprema- que la desestimación de un recurso extraordinario mediante la aplicación de dicha norma no importa confirmar ni afirmar la justicia o el acierto de la decisión recurrida”. Además, se remarcó que la defensa no cumplió con el requisito previsto. “Por ello, se desestima la presentación directa. Declárase perdido el Depósito”, se sentenció.
El expediente
En octubre de 2015, en Belén, una mujer denunció al sacerdote Juan de Dios Gutiérrez por haber abusado sexualmente de su hija adolescente. El fiscal Jorge Flores de Belén ordenó la inmediata detención de Gutiérrez, quien tenía a cargo una agrupación juvenil que trabajaba con la Iglesia y realizaban diversas actividades. En ese contexto fue que la víctima conoció al cura. Tras la denuncia penal, el cura estuvo privado de su libertad hasta el 2 de diciembre de 2015 cuando fue excarcelado. La pericia psiquiátrica ordenada por la Justicia describió al cura Gutiérrez como "narcisista y psicópata". A la vez, los informes pertinentes señalaron a Gutiérrez como “un manipulador que confundió a la chica en esta historia en que él es el papá y ella la hija”.
"El acusado eligió el medio para llevar a cabo el plan delictivo: el engaño fue uno de ellos para obtener la confianza de la víctima; construyó un falso enlace que le ocasionó una confusión en la víctima para poder socavar su integridad sexual", se remarcó en los fundamentos de Cámara.
“Existió un aprovechamiento indebido para coartar la libertad de la joven. El imputado la cargaba con el peso del secreto de la confesión, de que todo se borra con la confesión, lo cual ha generado en la joven, sentimientos de culpa, angustia, vergüenza, confusión, coerción”, señaló la Corte catamarqueña al confirmar la condena.
El deseo de sanar
Agustina, la joven que denunció por abuso sexual eclesiástico al cura Gutiérrez realizó, semanas atrás, una muestra artística. La exposición, titulada “Sombras de la fe: enfrentar el calvario a través del proceso creador del arte”, se expuso en el Museo Histórico. Se describió a sí misma como sobreviviente y convirtió todo ese calvario en un proceso de sanación. Es así que abrió las puertas para mostrar su trabajo y exponer su experiencia de vida.
“Las sombras guardadas en el inconsciente quieren salir. Se exteriorizan de esa manera. No podía hablar y lo expresé a través de dibujos. Es un modo de sanar. Es un proceso”, contó. Algunos artistas escriben, otros cantan y Agustina, como artista visual, decidió plasmar su experiencia en papel, con tiza pastel. La motivó un deseo sanador.