Dos jóvenes, Javier Córdoba y Luján Robledo son los acusados. Córdoba enfrenta una pena de prisión perpetua.
La comunidad de Tinogasta por primera vez tendrá un juicio por jurados. Dos jóvenes compartirán el banquillo de los acusados. Matías Javier Córdoba (22) está acusado por "homicidio agravado para consumar y asegurar su resultado y la impunidad (criminis causa)" y "robo en concurso real en calidad de autor.
Luján de los Ángeles Robledo (21), quien al momento del hecho era pareja de Córdoba, deberá responder por supuesto "encubrimiento".
La víctima es Luis Adrián Ramos, asesinado en abril de 2022 en el paraje Santa Rosa.
Dada la pena que prevé el delito de homicidio, una vez finalizada la investigación la causa se remitió a la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) para la tramitación del juicio popular.
El camarista Marcelo Soria fue sorteado como juez director. El Ministerio Público Fiscal estará representado por el fiscal del caso Luis Jorge Barros Risatti y el fiscal de Cámara Miguel Mauvecín.
La defensa del joven está a cargo del abogado particular Julián Quintar. Robledo cuenta con el patrocinio legal de su defensor Julio Roberto Sosa.
El crimen de Ramos sucedió el 10 de abril de 2022 en el paraje Santa Rosa, Tinogasta. El fiscal Barros Risatti estuvo a cargo de la investigación. Una joven pareja fue imputada. Los acusados son Javier Córdoba, un joven que actualmente tiene 21 años y, Luján de los Ángeles Robledo, de 20.
En un primer momento, ambos fueron imputados por los delitos de “homicidio agravado para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro o por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro delito criminis causa” y “robo”. Córdoba debe responder en calidad de autor, cuya única pena prevista es prisión perpetua, la pena máxima, de 50 años. En tanto que Robledo fue acusada en grado de partícipe secundaria.
Para ella, la pena podría rondar entre 10 y 15 años. Sin embargo, tras un planteo en la Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Exhortos, a Robledo se le morigeró la imputación a “encubrimiento”.
De acuerdo con la investigación, el alerta se encendió el día lunes posterior al crimen. Ramos no se presentó en su lugar de trabajo. Su ausencia comenzó a preocupar a sus familiares quienes radicaron una denuncia penal.
En el marco de las primeras averiguaciones, se visualizaron cámaras de distintos lugares. Uno de los dispositivos registró el momento en que la pareja dejaba la motocicleta de la víctima en la calle.
El primero en ser demorado fue Córdoba, quien el martes se quebró y confesó ante los policías. Su pareja fue arrestada más tarde cuando salía de su domicilio.
Tras la investigación, se advirtió que Ramos y Córdoba se conocían. Según la pesquisa y lo que habría manifestado Córdoba tras quebrarse ante los policías, éste se habría reunido con Ramos el sábado a la noche y estuvieron consumiendo bebidas alcohólicas hasta que comenzaron a discutir.
Según trascendió, ambos tenían una relación sentimental y la intención de Ramos habría sido comentarle a la pareja de Córdoba. Esto habría encolerizado al joven, quien tomó un destornillador con el que atacó por la espalda a Ramos para luego desmembrarlo con otras armas blancas.
Acto seguido habría contado con la ayuda de su pareja, quien habría colaborado en la limpieza de la casa. Luego ambos se trasladaron hasta la bodega abandonada, en el paraje Cachiyuyo, a 16 kilómetros de Tinogasta, para ocultar los restos.
La investigación tuvo dos escenarios claves en la causa: la casa de Ramos, en donde se habría perpetrado el homicidio y, el lugar en donde arrojaron el cuerpo desmembrado, en la bodega abandonada.
Según trascendió de fuentes ligadas a la investigación, Ramos se habría intentado defender del feroz ataque cuando estaba en su vivienda. Esto habría surgido del informe de autopsia y de las inspecciones corporales practicadas a los sospechosos.
El hecho causó profunda conmoción en Tinogasta por la saña con la que fue ejecutado Luis Ramos.
