Lo aseguró el doctor Juan Carabajal del Hospital de niños Eva Perón
Piden estar atentos al golpe de calor en niños por la ola reinante
La temperatura superó otra vez los 41° y los cuidados deben ser extremos por estos días en niños y adultos.
La ola de calor ya llegó a 14 provincias de Argentina, entre ellas Catamarca, y es fundamental saber cómo prevenir los golpes de calor y qué hacer ante una insolación en los niños y adolescentes, quienes están expuestos todo el día mediante las actividades que realizan en verano. Los niños pueden tener sudor frío, fiebre y hasta convulsionar si no son tratados a tiempo, mientras que los adolescentes pueden sufrir insolación grave si se exponen al sol sin cuidados. Además de la hidratación y los baños frecuentes hay alertas que se deben tener en cuenta cuando hace mucho calor.
El doctor Juan Carlos Carabajal, médico pediatra del Hospital de Niños Eva Perón y referente de la Sociedad Argentina de Pediatría, se refirió a la ola de calor en la provincia y los cuidados que se deben tener con los chicos.
“Para hablar de golpe de calor generalmente nosotros hablamos ya de una emergencia, en la cual el organismo no puede contrarrestar los efectos protectores que tiene por sí mismo para mejorar estos golpes de calor o la hipertermia. Antes de llegar a un golpe de calor, nosotros tenemos otros síntomas que afectan generalmente a las edades extremas.
En principio, el niño o la persona mayor se encuentra molesto, irritable, eso es el estrés por calor; después que esto pasa, si es que el niño no puede disipar el calor, vendría a ser el medio externo, puede tener calambres por calor, empieza con contracturas que pueden producir dolores y tensión muscular.
Después, en el otro paso, tenemos agotamiento por calor. Este agotamiento por calor es quizá lo más frecuente que vemos cuando hay un aumento de temperatura ambiental, en la cual ya el niño puede tener debilidad, fatiga, o sea, tiene cansancio, cefalea, o sea, dolor de cabeza, confusiones; el niño puede tener un poco de temperatura, y después ya el propiamente golpe de calor, acá sí ya es una emergencia, ya tienen fiebre, más de 40 grados, y acá ya hay algunas alteraciones neurológicas, en las cuales hay confusión, letargo, tenemos hasta convulsiones”, explicó el médico.
Ante esta situación, el pediatra dijo que al Hospital de Niños ingresan niños con síntomas que pueden ser por golpes de calor pero enmascarados con síntomas como fiebre, o cuando los progenitores no conocen qué les pasa y puede ser el calor propiamente dicho, sobre todo en estos días de ola de calor.
“La piel trata de eliminar lo máximo posible el calor, entonces al principio es caliente, pero después se pone piel pálida, fría, tiene mucha sed, la piel se vuelve roja, caliente, ya empiezan algunos síntomas respiratorios, empieza a respirar más rápido, el corazón se empieza a acelerar, es decir, tiene taquicardia, el dolor de cabeza se vuelve como punzante, como palpitante, y si no se lo trata ya empieza a tener convulsiones”, insistió el médico ante los peligros que corren los niños cuando hace mucho calor y no son resguardados y puestos a salvo.
Agregó que es importante el uso de protectores solares que tengan duración y sean efectivos, ya que también hay niños que llegan con quemaduras del sol a pesar del uso de protectores solares.
“Para prevenir los golpes de calor es fundamental cuidar la hidratación y la alimentación, porque la alimentación también produce calorías.
Lo importante es dar el pecho con más frecuencia si está tomando; ofrecer líquido sí o sí, aunque el niño no tenga sed.
Eso es muy importante, entre uno a dos litros por día, porque muchas veces, ah, no toma, no quiere; bueno, ofrecele de otra forma, aunque sea jugos naturales, pero tienes que ofrecerle. No tienen que dar bebidas que tengan cafeínas o altos contenidos de azúcares, gaseosas, porque las gaseosas o las aguas saborizadas tienen muchos azúcares, entonces eso no es aconsejable. No ofrecer comidas pesadas.
Lo otro es el lugar donde estoy viviendo, permanecer en lugares ventilados, frescos; hay que utilizar un ventilador o aire acondicionado, ropa clara lo más posible y de algodón. Bañar con frecuencia, si son los bebés, con agua no muy fría.
Los adolescentes no deben ingerir bebidas azucaradas ni alcohol, evitar los ejercicios físicos en horas pico. También si los chicos duermen mucho y se sospecha insolación despertarlos para que se bañen e hidraten y no dar medicamentos”, manifestó.