jueves 6 de marzo de 2025
Cara y cruz

Para variar y reforzado

El acto oficial de inicio de las clases se realizó en la emblemática escuela “José Cubas”, de Valle Viejo, “en un edificio completamente renovado, donde se realizaron mejoras en infraestructura, incluyendo la refacción de aulas, pintura en pasillos y salones, instalación de techado en la zona deportiva y diversas modificaciones para optimizar la seguridad y comodidad de estudiantes y docentes”.

La apertura del ciclo lectivo en instalaciones tan bien acondicionadas para la ocasión hubiera sido impecable si no fuera porque en el mismo Valle Viejo otras dos escuelas tuvieron que arrancar en modo virtual debido a problemas edilicios. No una, sino dos, que encima fueron las que el municipio chacarero transfirió a la órbita provincial en agosto del año pasado en medio de ardorosas polémicas: la “Maestra María Emilia Azar”, de San Isidro, y la “Romis Amado Raiden”.

El Gobierno puso su escuela a nuevo y postergó a las que aceptó recibir de la Municipalidad de Valle Viejo hace siete meses. Tal vez estaban demasiado deterioradas y el tiempo para refaccionarlas no fue suficiente, tal vez el Ministerio de Educación no asimila todavía que debe hacerse cargo de otros dos establecimientos escolares. En cualquier caso, es una pena que el contraste se haya marcado justo en la geografía elegida para empezar las clases.

Tras el traspaso, se informó, comenzaron a advertirse deficiencias edilicias como filtraciones, humedad y problemas en techos y sanitarios, que se agravaron por las lluvias y la falta de mantenimiento.

Ante esta situación, las autoridades educativas dispusieron que las clases en ambas instituciones se dictaran de manera virtual en las primeras dos semanas del ciclo lectivo, hasta que las obras de reparación permitan el regreso a la presencialidad.

El anuncio provocó el lógico malestar en los padres que, poco interiorizados de las dificultades administrativas y logísticas, no tuvieron la previsión de organizar la vida familiar con sus hijos en casa. Hay gente así, desaprensiva, aunque cueste creerlo, que encima tuvieron el desatino de sugerir que las obras deberían haberse realizado durante el receso escolar. Como si fuera tan fácil.

Es posible que el criterio de las familias se haya confundido por la suposición de que las controversias que rodearon el traspaso iban a estimular tanto a las autoridades de Educación como a las municipales para que el inicio de la nueva etapa a cargo de la Provincia fuera a toda orquesta. Cuánta ingenuidad: unas y otras participaron del acto en la “José Cubas” sin darse por enteradas de las anomalías en las otras dos.

Vaya a saberse, capaz que es una maniobra para hacer otro acto que permita inaugurar las refacciones de las ex escuelas municipales con las autocelebraciones de rigor.

El traspaso de los tres niveles del Sistema Educativo de Valle Viejo a la órbita provincial se acordó en julio y se concretó en agosto del año pasado, en medio de fuertes controversias por las dudas sobre el personal y el patrimonio que pasaba de una jurisdicción a otra.

Las discusiones repercutieron en el Concejo Deliberante, donde la oposición acusó a la gestión de la intendenta Susana Zenteno de inflar la planta de personal del sistema y modificar la situación de los agentes, para hacer un ajuste fraudulento en los gastos salariales del municipio y beneficiar privilegiados.

También fue objetado el inventario. Por ejemplo, se deslizaron sospechas sobre el reemplazo de dispositivos informáticos por otros obsoletos para cargárselos a la Provincia.

Todo se arregló al final, pero quedó en evidencia que la Municipalidad transfirió y la Provincia aceptó, escuelas en estado defectuoso.

Dos establecimientos no llegaron en condiciones al inicio del ciclo lectivo, por el momento. Para variar, reforzado por cercanía geográfica.

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