Por Eugenia Muzio
Letrap.com
El Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene a Toto Caputo, entre el palo y la zanahoria. Antes de llegar a Estados Unidos, las autoridades del organismo le marcaron la cancha. Por un lado, le exigieron cambios en el programa económico y, por otro, destacaron que la recesión fue más leve de lo esperada y creen que Argentina crecerá durante dos años más.
Caputo acompaña al presidente Javier Milei a EE.UU. y al Foro Económico de Davos. En Washington, ambos asistirán a la asunción presidencial de Donald Trump y, según confirmaron fuentes de la cartera económica, el próximo domingo tendrán juntos una reunión clave con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva.
Este viernes la entidad crediticia difundió el World Economic Outlook (WEO). Es el informe de proyecciones económicas globales que publica el FMI en abril y octubre, en el que revisa las proyecciones para el país con el que negocia un nuevo acuerdo. En el caso argentino, de unos u$s11.000 millones.
Según los equipos técnicos del Fondo, la administración libertaria logró terminar 2024 con una caída de la actividad económica del 2,8%, menor al 3% que había proyectado en revisiones anteriores. También estimó que en 2025 habrá un crecimiento del 5% del PBI y que en 2026 se repetirá el mismo escenario.
Sobre la inflación, el economista jefe del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas, advirtió en conferencia de prensa que hubo un "progreso impresionante", aunque planteó: "Es necesario hacer más para reducir aún más la inflación en los próximos años. Ahí es donde se están llevando a cabo las conversaciones con el Fondo. No voy a comentar sobre esto, porque las conversaciones están en curso".
El nivel de precios es uno de los contrapuntos que tuvo el Fondo con el equipo económico al evaluar la gestión de La Libertad Avanza durante el año pasado.
Para el FMI, el ajuste fue el hachazo que calmó la aceleración. Para el equipo económico de Caputo, el "orden macroeconómico".
El cruce por la inflación quedó plasmado en el informe Ex-Post que publicó el FMI una semana atrás, en el que mostró sus conclusiones sobre el Programa de Facilidades Extendidas (EFF en sus siglas en inglés) de 2022 y también puntualizó sus exigencias para la administración libertaria.
Tras elogios al manejo de la economía en 2024, el Fondo prevé que Argentina necesitará una recalibración en su hoja de ruta a partir de un tipo de cambio más flexible; un ajuste fiscal de "calidad" que incluya estrategias distintas a las aplicadas hasta ahora; y un proyecto para la salida del cepo que tenga características "creíbles" y le permita acumular reservas.
La meta de divisas en las arcas de la autoridad monetaria fue, de hecho, la única incumplida de los objetivos plasmados en el EFF que terminó en diciembre.
El acuerdo preveía que el BCRA debería ser capaz de mostrar una acumulación de divisas en sus arcas por u$s9.700 millones por arriba del nivel que tenía tras el cambio de gobierno en diciembre de 2023. La diferencia, hasta el cierre del último mes del año, no superó los u$s1.750 millones.
Esta vez, el FMI irá con cautela a la foto con Milei y Caputo. El informe Ex-Post también revela el accionar demasiado permisivo del organismo, que hizo un mea culpa por la manera en la que se manejó el programa. Firmado por el ex ministro Martín Guzmán, superó todas las revisiones ante el Board, pese a que el Gobierno se desvió constantemente de las metas comprometidas.
"El programa casi se detuvo, pero las revisiones combinadas quinta y sexta revisiones finalmente se completaron en agosto de 2023 con un intento de corrección del rumbo, que no tuvo éxito ya que las autoridades pronto incumplieron sus compromisos y reanudaron políticas expansivas”, aseguraron los técnicos del staff sobre la última parte de la gestión de Alberto Fernández.
