A pesar de los esfuerzos por mejorar la costanera este del río, las condiciones actuales no permiten aprovecharlo como espacio recreativo.
El Río del Valle, que atraviesa gran parte del Valle Central desde el Dique Las Pirquitas, representa un recurso natural invaluable para los departamentos Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo y Capital. Sin embargo, su potencial como espacio recreativo sigue sin poder aprovecharse plenamente debido a la falta de condiciones adecuadas.
En la zona de Fray Mamerto Esquiú, únicamente el camping de la villa veraniega Las Pirquitas y el Club de Campo de la Municipalidad en La Carrera ofrecen accesos adecuados para el disfrute de los vecinos. El resto del trayecto del río, especialmente en áreas como Pomancillo, Collagasta, Payahuaico y La Sierra Brava, es prácticamente inaccesible debido a la densa vegetación, la presencia de basurales y los riesgos asociados, como alimañas, vidrios rotos y malezas. A pesar de estos obstáculos, en días de intenso calor, muchas personas se aventuran a encontrar refugio en pequeñas áreas bajo alguna sombra en el río, exponiéndose a condiciones inseguras por la falta de mantenimiento y la ausencia de un plan de mejora de accesos.
En la zona de Valle Viejo se emprendió en 2021 un ambicioso proyecto de puesta en valor de la Costanera Este, ejecutado por el Ministerio de Infraestructura y Obras Civiles de la provincia, que incluyó la construcción de una nueva avenida pavimentada con iluminación moderna, el encauzamiento del río, la erradicación de basurales y la reforestación del área. Además, se crearon caminerías y pequeñas plazoletas para el esparcimiento, con el objetivo de ofrecer un espacio verde y recreativo para la comunidad.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, las condiciones actuales están lejos de ser ideales. Las malezas han invadido gran parte de las áreas verdes, algunas de las caminerías están dañadas y el vandalismo ha dejado su huella, con luminarias rotas y un sistema de riego que nunca funcionó adecuadamente o fue destruido. La mayoría de las plantas se ha secado y el área carece completamente de sombra, lo que hace imposible disfrutar del río en este sector. A pesar de la inversión y el potencial del proyecto, el resultado actual es un espacio descuidado y poco acogedor, una verdadero despropósito para los vecinos y visitantes, sobre todo si se tiene en cuenta que este tramo está ubicado en uno de los principales accesos a la ciudad, visible para todos y en una zona de fácil acceso desde el Valle Central.
Tras su inauguración, la Municipalidad de Valle Viejo organizó en este sector una serie de eventos, como ferias y espectáculos, que atrajeron a los vecinos. No obstante, estas actividades se realizaron por un corto período y posteriormente no se continuaron, dejando el espacio en desuso.
En cuanto a la costanera oeste, que corresponde a la Capital, la situación es aún más preocupante. No se han realizado obras significativas y la zona está marcada por asentamientos irregulares, basurales y una total falta de infraestructura recreativa, lo que impide cualquier aprovechamiento del río.
Lo que podría ser un valioso espacio de esparcimiento y contacto con la naturaleza, cercano a las áreas urbanas del Valle Central, sigue sin ofrecer las condiciones necesarias para un uso recreativo seguro y accesible. La falta de un plan integral y el mantenimiento adecuado limitan el disfrute de este recurso natural, desaprovechando su gran potencial.
