Apuntan a la banda de "Los Menores" por el asesinato de "Pillín" Bracamonte
Venden drogas en el noroeste rosarino y ampliaron territorios pactando con Los Monos y otros clanes.
La investigación del fiscal Alejandro Ferlazzo por el doble homicidio del jefe de la barra brava de Rosario Central, Andrés “Pillín” Bracamonte y su ladero Daniel Raúl “Rana” Attardo, sigue dos líneas investigativas, establecer si podría tratarse de un ataque de Los Monos tras el crimen de Samuel Medina, alias “Gordo Samu”, yerno de Ariel Máximo “Guille” Cantero; y si fue la banda conocida como “Los Menores” en la zona noroeste de Rosario.
La primera hipótesis está basada en la exhibición de poder que hicieron desde el entorno de Medina después del homicidio, cuando en el partido de local ante Banfield tiraron bombas de estruendo -lo que ocasionó una demora en la reanudación del partido- y mostraron banderas que decían “No respetamos a nadie”, “Siempre mono, nunca sapo” y “La mafia quiqueña”.
La segunda línea investigativa se desprende de la propia mención hecha por Bracamonte en una entrevista que brindó hace tres semanas al diario La Nación.
“Los Menores” comenzaron a aparecer en las crónicas policiales en septiembre del año pasado, cuando un soldadito de la organización se negó a seguir vendiendo en uno de los búnkeres, lo secuestraron y lo llevaron al lado del arroyo Ludueña, donde intentaron matarlo a tiros. La víctima logró escapar de los disparos luego de arrojarse al agua y después fue a radicar una denuncia a la subcomisaría 21ª de Ayala Gauna al 7900.
Cuando el soldadito ingresó a la seccional, reconoció en el interior del edificio policial al oficial Fernando Molina como uno de los agentes que iba a recaudar plata de las coimas a los puntos de venta de droga. Inmediatamente, la víctima fue trasladada a la comisaría 17ª para hacer la presentación, mientras que el uniformado fue detenido y posteriormente imputado por el Ministerio Público de la Acusación.
Desde allí, el nombre de “Los Menores” empezó a tener lugar en los medios de comunicación, aunque la fiscal provincial Georgina Pairola ya los investigaba desde hacía más tiempo. Su principal líder, según investigadores policiales, sería L.D.M., alias “Limón”, y la cara visible de la estructura sería Matías Gazzani, a quien allanaron sin éxito en múltiples ocasiones. La base operacional de la organización es el barrio 7 de Septiembre, donde justamente está la subcomisaría 21ª. Sin embargo, en distintas causas judiciales figura que también opera la venta de droga al menudeo en los barrios Emaús, Hostal del Sol, Stella Maris y Villa La Bombacha, todo en el distrito noroeste.
La composición de la presunta banda no es algo sencillo de explicar. Debajo de “Limón” y Matías Gazzani hay distintos integrantes, muchos de ellos menores -de ahí su nombre-, y una red de alianzas con distintos jugadores de peso en el hampa local. Por caso, con la facción de Los Monos liderada por Leandro “Gordo” Vilches y Pablo Nicolás Camino -presos en el penal federal de Rawson-. También tienen acuerdos con un interlocutor de la organización de Esteban Lindor Alvarado y del clan Riquelme, que es aliado de “Esteban”. Otro de los nombres que aparece, no como miembro sino como “aliado”, es el de Mauricio Ayala, prófugo de la Justicia desde principios de año tras múltiples allanamientos y mencionado por el fiscal Franco Carbone como quien le pagó a cinco policías para que le plantaran armas al chofer de un narco rival como el clan Tripi -que opera en el complejo Fonavi Parque Oeste-, que habían sido usadas en atentados a tiros contra edificios públicos en los que también se habían arrojado carteles intimidatorios donde fueron mencionados el gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.