Adolescente, también involucrado en intento de homicidio
La causa por un intento de homicidio ocurrido días pasados en Valle Viejo fue remitida al Tribunal Penal Juvenil. En un primer momento, madre e hija habían sido imputadas. Conforme avanzaba la investigación se determinó que en este hecho también habría participado un adolescente de 16 años. Ante esta situación, la causa pasó a este fuero especializado. Oportunamente, la fiscal de Instrucción de Tercera Nominación, Valeria Reyes, había imputado a María Eugenia Castro y María Gilda Márquez por el presunto delito de “homicidio calificado por alevosía en grado de tentativa”. El hecho de violencia ocurrió la noche del 20 de enero último en el Salón de Usos Múltiples del barrio 140 Viviendas, en El Bañado, Valle Viejo. Rosana Murúa resultó gravemente herida con un golpe en la cabeza y una puñalada en el pecho.
La joven se desplomó. De inmediato fue trasladada al Hospital San Juan Bautista e ingresó a cirugía con riesgo de muerte.
El 28 de enero, el juez de Control de Garantías de Cuarta Nominación, Marcelo Sago, confirmó la detención de ambas mujeres. Tras la resolución del magistrado, ambas acusadas fueron trasladadas a la Unidad de Mujeres Nº 2 en la ciudad Capital.
El 5 de febrero, la mujer fue dada de alta.
Una vez recuperada la víctima, la fiscal escuchó su testimonio. Murúa señaló que, además de haber sido atacada por Castro y Márquez, fue agredida por un adolescente de 16 años. Ante esta situación, la fiscal declinó competencia al Tribunal Penal Juvenil y remitió el expediente al fiscal del fuero especializado Guillermo Narváez.
Fuero de atracción
El artículo 19 de la Ley Provincial 5544 de Régimen de Responsabilidad Penal Juvenil establece que éste ejercerá, de acuerdo con sus respectivas competencias y conforme a la etapa del proceso de que se trate, como fuero de atracción sobre todas aquellas causas en las que se encuentren imputados o procesados adolescentes de edad punibles al tiempo de acaecimiento de los hechos tipificados como delitos, y en aquellos en los que se les hubiera atribuido responsabilidad penal en forma conjunta con personas mayores de edad. De esta manera, al adolescente no se le vulnerarán sus derechos por tratarse de una persona menor de edad. En tanto que los adultos serán procesados, en un fuero especializado para adolescentes, pero tratados como un adultos. Es decir, se realiza un abordaje desde lo particular hacia lo general.